En 2016, la periodista Costanza Calabrese sufrió un contratiempo inesperado durante una transmisión televisiva en vivo en TG 5. Mientras daba las noticias desde detrás de un escritorio transparente, la cámara se alejó, revelando inadvertidamente más de ella de lo que pretendía. Sin darse cuenta de su mayor visibilidad, la posición de Calabrese provocó el desliz, que rápidamente se volvió viral y obtuvo más de seis millones de vistas. Los espectadores tuvieron reacciones encontradas: algunos simpatizaron con Calabrese y otros cuestionaron la supervisión del equipo de producción. El incidente provocó debates sobre los errores de la televisión en vivo y las responsabilidades de los equipos de producción, al tiempo que destacó el profesionalismo de Calabrese como periodista respetada más allá del momento viral.