Esté atento a síntomas como cambios en la micción, que incluyen un aumento de la frecuencia durante la noche o una notable disminución general, orina espumosa, fatiga persistente, hinchazón en las piernas, los pies o el abdomen y dolor de espalda continuo. Otros signos de advertencia pueden incluir pérdida de peso inexplicable, falta de apetito, náuseas, dificultad para dormir, un sabor metálico en la boca, calambres musculares y picazón en la piel, ya que podrían indicar posibles problemas renales. Para proteger la salud de sus riñones, asegúrese de mantenerse bien hidratado, limite la ingesta de alimentos procesados ​​y sal, controle afecciones como la diabetes y la presión arterial alta, y evite el uso excesivo de medicamentos. Si experimenta alguno de estos síntomas, consulte a un médico de inmediato para que le realice pruebas e intervención temprana para mantener una función renal saludable.